El acceso a la caja escénica nos introduce en un espacio rodeado de persianas de madera típicas de las casas mediterráneas y al fondo el alma de la casa, los fogones donde se puede ver trabajar a todo el equipo del chef.

Los platos salen de manera ritmica y acaban en las mesas de madera maciza donde la comida llena de vida y color contrasta con el ambiente neutro del restaurante.

El protagonista de este espacio es siempre la comida, la cocina y el cliente, el espacio es soólo un lugar donde relajarte y disfrutar de la experiencia que nos prepara el equipo del chef José Alonso.

Este espacio fue desde el principio una ventana al mediterráneo que baña desde España hasta Egipto, desde Francia hasta Grecia...

Un espacio sencillo sin grandes distracciones, que nos permita centrarnos en la experiencia culinaria que el chef Alonso nos prepara día a día.

Como en toda experiencia hay un preámbulo, una aproximación... se trata de la barra de cocktail donde los clientes pueden hacer disfrutar de un momento de charla. Las barras del restaurante tanto en cocina como en el acceso han sido realizadas en ceramica, con un toque de DIY y tradición vernácula.

El espacio se ha pensado como un guiño urbano, con claroscuros. Techos negros, con neones blancos y chapas onduladas que recuerdan a los ambientes más industriales, y neones de colores que nos llevan al lado POP de la vida entre fogones.

Se han decorado con imágenes de bodegones contemporáneos y clásicos, que aportarán una visión ilustrada de la comida, que a veces parece tan poca cosa pero que inmortalizada en estas obras de arte cobra un sentido mistico, tal y como hace Don Ponti con sus platos.